
Letras de tango
Música: José Canet
Letra: José Canet
(vals)
Ayer, en un banco de la vieja plaza
que adorna mi
pueblo donde yo nací,
comprobé con pena que la vida pasa,
que la vida
pasa llevándome a mí.
Y he tardado tanto para comprenderlo,
tuvo que
alejarse la que yo adoré
para darme cuenta que así sin saberlo
prendida
en sus labios moría mi fe.
Sentado en el banco, recordé las tardes
en que muy juntitos tejimos los dos
el romance ardiente de un cariño
sano,
loco provinciano que soñó un amor.
Ella era una diosa que
llegó a mi pueblo
a olvidar su hastío, vencida tal vez,
se arrulló en mi
canto, divina y tirana,
y una gris mañana me besó y se fue.
Y he
quedado solo, con mis pensamientos,
en la vieja plaza que me vio crecer,
que escuchó en silencio tantos juramentos
mentiras piadosas de aquella
mujer.
Cuántos sueños locos, forjó mi embeleso
cuando en su regazo
su voz me arrulló.
Ave pasajera que ansiosa de besos
se posó en mi boca,
me besó y partió.
Sentado en el banco, recordé las tardes
en que muy
juntitos tejimos los dos
el romance ardiente de un cariño sano,
loco
provinciano que soñó un amor.
Ella era una diosa que llegó a mi pueblo
a olvidar su hastío, vencida tal vez,
se arrulló en mi canto, divina y
tirana,
y una gris mañana me besó y se fue.
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera / Mario Battistella
Nace el hombre en este mundo
remanyao por el destino
y prosigue su camino
muy confiado del rigor,
sin pensar que la
inclemencia
de la vida sin amor
va enredando su existencia
en los
tientos del dolor.
Pero llega y un momento
se da cuenta de su suerte
y se amarga hasta la muerte
sin tener ya salvación,
pues comprende
que la vida
fue tan solo un metejón
al perder la fe querida
de su
pobre corazón.
Me da pena confesarlo,
pero es triste ¡qué canejo!
el venirse tan abajo,
derrotado y para viejo.
No es de hombre
lamentarse
pero al ver cómo me alejo,
sin poderlo remediar
yo lloro
sin querer llorar.
Si no fuera que el recuerdo
de mi madre tan
querida
me acollara en esta vida
con sentida devoción,
no era yo
quien aguantaba
esta triste situación,
ni el que así contemplaba
sin
abrirse el corazón.
Pero hay cosas, compañero,
que ninguno las
comprende:
uno a veces se defiende
del dolor para vivir,
como aquel
haciendo alarde
del coraje en el sufrir
no se mata de cobarde
por
temor de no morir.
Música: José Basso / Argentino
Galván
Letra: Carlos Bahr
A mi me están sobrando las penas,
tal vez porque me lo
tomo a pecho,
tal vez porque se que me desdeña
y queriendo como quiero
y esperando como espero
no he logrado que me quiera.
Me están
sobrando las penas
y con penas duele más la soledad.
Suerte que
tengo un corazón
hecho al rigor de cien esperas.
Si habré perdido
esperanzas,
aguantado malas rachas
y si habré domado penas.
Mas yo
se bien que no es vivir
andar así, siempre golpeado,
sin un cariño que
alivie este sino
de andar esquivando el dolor.
A mi me están
sobrando las penas
tal vez porque nunca tuve suerte,
tal vez porque
siento a mi manera
y tal vez, y lo más cierto,
porque vivo padeciendo
por su amor, que se me niega.
Me están sobrando las penas
y con
penas duele más la soledad.
Música: Vicente Spina
Letra: Roberto Daniel Miró
Después de un año atroz de soledad
volvimos a
encontrarnos sin querer
de pronto los recuerdos de otros días
que
cantaba y que reía acudieron en tropel.
Mis labios balbucearon con temor
los ojos le contaron mi dolor
mis ansias de encontrarla fueron tantas
que oprimida la garganta me quedé mirándola
Inútiles senderos fueron
todos
caminos recorridos sin vivir
bordeados de dudas y dolores
y
sólo sinsabores aumentan mi sufrir.
Mas ya no espero nada de la vida,
ni
ahora que la encuentro puede ser.
Lo dice su mirada distraída,
que he
matado para siempre
lo que fuera su querer.
Ha vuelto sin llegar la
que esperé
la encuentro y nuevamente ya se va
sabiendo que en su adiós
está mi ruina,
se alejó y de la esquina me quedé mirándola
Ha vuelto
sin llegar la que espere
la encuentro nuevamente y ya se va
y sabiendo
que en su adiós esta mi ruina se alejó
y de la esquina me quedé mirándola.
Música: Carlos Gardel / José
Razzano
Letra: Mario Battistella
Muchas glorias me dio el mundo
al brindarme sus
ofrendas,
son tantas que las confundo
aflojándole las riendas.
Gran
poder es el dinero,
mal de todas esas prendas.
Es a vos a quien más
quiero
medallita de la suerte,
que te llevo desde niño
Es tan grande
mi cariño
como el miedo de perderte.
Yo nací para quererte,
porque
junto a mi cunita
te bendijo mi viejia,
con el llanto de su amor.
Fuiste para mi, canción de cuna,
en mis noches, blanca luna,
flor del aire en mi camino,
esperanza en mi destino
y serás en mi
partida
la canción de despedida,
cuando a todo diga adiós.
Nunca
te podré olvidar,
que fuiste vos
mi dulce prenda querida.
Medallita
de la suerte,
que te llevo desde niño.
Es tan grande mi cariño
como
el miedo de perderte.
Yo nací para quererte,
porque junto a mi cunita
te bendijo mi viejita,
con el llanto de su amor.
Siempre así,
corazón,
con el mismo amor los dos.
Música: Aníbal Troilo
Letra: Héctor Gagliardi
¡Un reloj da las doce... las doce 'e la noche!
y qué
triste es, hermano, las horas escuchar.
Cuando estás encanao en el lecho tan
triste,
tan triste y tan frío que da el hospital.
¡Las doce 'e la
noche!... ¿Qué harán los muchachos?
Seguro en el feca, jugando al billar
o andarán colados en un casamiento.
¡Qué solo me siento! ¡Qué gana 'e
llorar!
Pa' mañana domingo, que es día 'e visita,
yo sé bien que una
sola, pa' mí ha de ser,
mi uiejita querida que por mí tanto sufre
que
tanto me dijo y yo no escuché.
Yo siento por ella, la pobre, tan vieja,
a mí que soy joven me venga a cuidar.
¡Las doce 'e la noche!... Qué
noche serena...
Qué solo me siento... Qué gana 'e llorar.
No tiro la
bronca porque ahora ando enfermo,
quisiera batirles se sepan cuidar...
Las minas, las copas, las farras, los bailes...
Yo triunfé en todo eso y
aquí está el final.
Qué triste es, hermano, caer derrotado...
La mina
que ayer me pelié por su amor
no ha venido a verme, ya no le intereso...
Se enturbia mi vista. ¡Cha, qué flojo soy!...
Música: Carlos Vicente Geroni
Flores
Letra: Samuel Linnig
En la orquesta sonó el último tango,
te ajustaste
nerviosa el antifaz
y saliste conmigo de aquel baile
más alegre y más
rubia que el champán.
¿Cómo se llama mi Pierrot dormido?,
te
pregunté, y abriendo tú los ojos.
en mis brazos, mimosa, respondiste:
"A
mí me llaman Melenita de Oro...
¡Si fuera por la vida!... ¡Estoy tan
sola!..."
¿Recuerdas? Parecía que temblabas
con ganas de llorar, al
primer beso...
¡Ya mentía tu boca, la pintada!
Melenita de Oro,
tus labios me han engañado,
esos tus labios pintados,
rojos como un
corazón...
Melenita de Oro,
no rías, que estás sufriendo,
no rías,
que estás mintiendo
que anoche sufrió tu corazón.
En la almohada,
como a una mancha rubia,
tu ausente cabecita creo besar
y mis ojos te
ven (¿ya no te acuerdas?)
más alegre y más rubia que el champán.
Déjame;
no, no quiero tus caricias;
me mancha la pintura de tus labios...
¡Todavía están tibios de otra cita!
¡Si se ve que recién los has
pintado!
Apágame la luz, cierra la puerta...
No quiero verte más, mujer
odiada,
déjame solo, solo con mi pena...
¡No quiero verte más!...
¡Vuelve mañana!
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera / Mario Battistella
Barrio plateado por la luna,
rumores de milonga
es
toda su fortuna.
Hay un fueye que rezonga
en la cortada mistonga,
mientras que una pebeta,
linda como una flor,
espera coqueta
bajo la quieta
luz de un farol.
Barrio... barrio..
que tenés
el alma inquieta
de un gorrión sentimental.
Penas...ruego...
¡esto
todo el barrio malevo
melodía de arrabal!
Barrio... barrio...
perdoná si al evocarte
se me pianta un lagrimón,
que al rodar en tu
empedrao
es un beso prolongao
que te da mi corazón.
Cuna de
tauras y cantores,
de broncas y entreveros,
de todos mis amores.
En
tus muros con mi acero
yo grabé nombres que quiero.
Rosa, "la
milonguita",
era rubia Margot,
en la primer cita,
la paica Rita
me dio su amor.
Música: Oscar Arona
Letra: Armando Tagini
La noche amiga me trajo al centro
en este inquieto
peregrinar,
detrás del tango que nunca encuentro,
del que otros días
supe bailar...
Aquél del patio con el aljibe,
cancel de hierro, cordial
portón,
que me brindaba, cuando era pibe,
su aroma criollo: menta y
cedrón.
¡Yo busco el tango de ayer!...
¿Dónde estará?
¿En qué
fuelles escondido?
¿Dónde, su ritmo sentido,
pulido y querido
que no
he de olvidar?
¡Dónde están, bailes de antaño,
en los que bajo las
parras,
cien acordes de guitarras
nos hicieron vivir y soñar!...
Yo escucho el tango del tiempo mío
tras de las tapias que ya no
están,
y evoco el barrio con sus baldíos...
y aquellos cielos de
celofán...
Y cruzo el patio de las magnolias,
y se me prenden al corazón
el fiel recuerdo de aquella novia,
y aquel perfume: menta y cedrón...
Nostalgias del corazón.
¡Magnolias, menta y cedrón!
Música: Francisco Pracánico
Letra: Celedonio Flores
Vos ,sabés que fuiste para mí
la luz de mi cabeza
alocada,
el porqué de mi pobre vivir
que vos alimentaste de amor...
Muñequita de trapo
que yo adoré santamente
y fingías quererme...
¡Mentira, mentira! ¡No tiene perdón!
Me pregunto cuáles son
las
causas por que vos
quebraste mi felicidad,
por qué razón fatal
vos
me causaste tanto mal...
No te vengo a mendigar
cariños que tal vez
a otros le entregaste
como a mí,
ni me arrepiento
de haberte
querido así.
Y pensar que yo te vi llorar
de amor entre mis brazos
de hombre,
que escuché jurarme tu querer
por todo lo más grande que hay,
por tu santa viejita,
que Dios la tenga en la gloria...
¡Y eran
todas mentiras,
mentiras, mentiras de mala mujer!