
Letras de tango
Música: Juan José Riverol
Letra: Francisco Loiácono
Mirando tu performance
del hipódromo platense,
nunca al marcador llegaste.
Siempre fuiste "No Placé".
Se le
sentó en la largada,
la pecharon en el codo.
Eso gritó la gilada.
¡Y
por eso te compré!
Me pasé una temporada
al cuidado de tus patas.
Te compré una manta nueva.
¡Y hasta apoliyé en el box!
Relojeándote
el apronte,
la partida a palo errado...
Yo no sé quién me ha engañado,
si fuiste vos o el reloj.
Te anoté en una ordinaria.
Entraste
medio prendida.
Dijeron: "Es por la monta
o es bombero el cuidador".
Es tu sangre que te pierde.
Hija de... "Desobediencia"...
No saldrás
de perdedora,
pues te falta corazón.
Ahora corrés en cuadreras...
No tenés la manta aquélla,
no te preocupa la cancha,
el stud, ni el
cuidador.
Pero si algún día de éstos
te vuelvo a ver anotada...
Yo
me juego la parada,
porque soy buen perdedor.
Música: José Dames
Letra: Horacio Sanguinetti
He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han
dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en
tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor
me detuvo
el corazón.
Nada, nada queda en tu casa natal...
Sólo telarañas que
teje el yuyal.
El rosal tampoco existe
y es seguro que se ha muerto al
irte tú...
¡Todo es una cruz!
Nada, nada más que tristeza y quietud.
Nadie que me diga si vives aún...
¿Dónde estás, para decirte
que hoy
he vuelto arrepentido a buscar tu amor?
Ya me alejo de tu casa
y me
voy ya ni sé donde...
Sin querer te digo adiós
y hasta el eco de tu voz
de la nada me responde.
En la cruz de tu candado
por tu pena yo he
rezado
y ha rodado en tu portón
una lágrima hecha flor
de mi pobre
corazón.
Música: Manuel Sucher
Letra: Carlos Bahr
Nada más que tu cariño
es lo que quiero,
es el
milagro que a la vida
le reclamo como premio
por tanta herida.
Nada
más que tu cariño
es lo que quiero,
pues nunca tiene por fortuna
que
lograr esa ventura
de vivir para tu amor.
No puedo darte en cambio
más que un corazón sentimental
y humilde como una canción.
Podrá mi
fantasía brindarte el halago
de sueños que prometen fortuna mejor,
pero
yo no tengo nada, nada más
que anhelos que hacia ti me llevan,
y aunque
quiera darte un mundo,
solamente puedo darte un corazón
que late con
todo amor.
Nada más que tu cariño
es lo que quiero,
pues nunca
tiene por fortuna
que lograr esa ventura
de vivir para tu amor.
Música: Aníbal Troilo
Letra: Enrique Cadícamo
Ya lo dijo un viejo poeta:
"Muchachos que andan
paseando,
la vida es una carpeta"
Y por más acertador,
nunca el
hombre es sabedor -si apuesta-
A veces, uno, corazón,
se juega entero un
gran querer
y está el engaño tras cartón.
Naipe... juego...
para
el querer eres ciego.
Naipe... suerte...
que Amor en Pena convierte...
Hoy... yo que he perdido,
porque ella siempre fue mano.
Me ganó el
Amor, la falta envido,
a pesar de haber tenido treinta y tres.
Porque sé que la he perdido
y por su amor voy llevando
mi
corazón dolorido,
hoy me aguanto en el dolor
porque es de buen perdedor
no andar contando pesares... de azares.
A veces, uno, corazón,
se
juega entero un gran querer
y está el engaño tras cartón.
Ya lo dijo
un viejo poeta:
"Muchachos que andan paseando,
la vida es una carpeta".
Música: Ángel Greco
Letra: Ángel Greco
Vayan parando "El Chamuyo"
van a cantar "Mano a Mano",
"Lorenzo" y "El entrerriano",
payadores "De Mi Flor".
Saldrá el
"Sentimiento criollo"
enancao a "El Pensamiento"
sobre "El Flete" de "Un
lamento"
que va buscando un amor.
¿Dónde te fuiste, tango
que te
busco siempre
y no te puedo "hayar"?
Te juro por mi vieja
que si no
te encuentro
me pongo a "yorar".
Fui por Florida ayer
y por
Corrientes hoy,
me han informado
que te habías piantado
con tu
bandoneón.
Pero yo sé que vos
no aguantarás el tren,
"naipe marcado"
cuando ya es junado
tiene que rajar.
¿Dónde te fuiste, tango
que
te busco siempre
y no te puedo "hayar"?
Terminaron "La payada"
Y
"El taita" con su pericia
pide a la "Pampa" "Felicia"
que se quite el
"Zorro gris"
y baile "Derecho viejo"
con el gran "Rodríguez Peña"
para que el "Alma porteña"
resurja grande y feliz.
Música: Virgilio Expósito
Letra: Homero Expósito
Era más blanda que el agua,
que el agua blanda,
era más fresca que el río,
naranjo en flor.
Y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó...
Primero
hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin
pensamiento...
Perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento.
Después...¿qué importa el después?
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado,
eterna y vieja
juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.
¿Qué le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho
para
dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda,
canción de
esquina
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.
Música: Lucio Demare
Letra: Homero Manzi
(milonga)
Bruna, bruna
nació María
y está en la cuna.
Nació de día,
tendrá fortuna.
Bordará la madre
su vestido largo.
Y entrará a la fiesta
con un traje blanco
y será la reina
cuando
María
cumpla quince años.
Te llamaremos, Negra María...
Negra
María, que abriste
los ojos en Carnaval.
Ojos grandes tendrá María,
dientes de nácar,
color moreno.
¡Ay qué rojos serán tus labios,
ay qué cadencia tendrá tu cuerpo!
Vamos al baile, vamos María,
negra
la madre, negra la niña.
¡Negra!... Cantarán para vos
las guitarras y
los violines
y los rezongos del bandoneón.
Te llamaremos, Negra María...
Negra María, que abriste
los ojos en Carnaval.
Bruna, bruna
murió María
y está en la cuna.
Se fue de día
sin ver la luna.
Cubrirán tu sueño
con un paño blanco.
Y te irás del mundo
con un
traje largo
y jamás ya nunca,
Negra María, tendrás quince años.
Te
lloraremos, Negra María...
Negra María, cerraste
los ojos en Carnaval.
¡Ay qué triste fue tu destino,
ángel de mota,
clavel moreno!
¡Ay qué oscuro será tu lecho!
¡Ay qué silencio tendrá tu sueño!
Vas
para el cielo, Negra María...
Llora la madre, duerme la niña.
Negra...
Sangrarán para vos
las guitarras y los violines
y las angustias del
bandoneón.
Te lloraremos, Negra María...
Negra María, cerraste
los
ojos en Carnaval.
Música: Carlos Di Sarli
Letra: Héctor Marcó
Luciendo su color de esperanza
viste el campo
su
plumaje
y el viento hace vibrar sus cordajes
en los pastos
y en la
flor.
Yo tengo mi ranchito en la loma
donde cantan
los zorzales...
Margaritas
y rosales
han brotado para ti,
porque un día será ese
nido gaucho
de los dos.
Florecerán mis ilusiones
y se unirán los
corazones.
Dime que sí,
que la noche pampera abrirá
y su rayo de
luna pondrá
luz de amor en tus ojos.
No digas no,
que el dolor
secará mi rosal
y en la cruz de mi rancho el zorzal
morirá por tu amor.
Mañana, cuando el sol se ilumine,
entre gotas de rocío
el llanto
de este cariño mío
sobre el trébol pisarás.
Recuerda que por ti lo he
vertido
y si sientes mi tormento,
golondrina,
cara al viento,
tus dos alas
abrirás...
Y de un solo vuelo mis tristezas
matarás.
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo
Turbio fondeadero donde van a recalar,
barcos que en
el muelle para siempre han de quedar...
Sombras que se alargan en la noche
del dolor;
náufragos del mundo que han perdido el corazón...
Puentes y
cordajes donde el viento viene a aullar,
barcos carboneros que jamás han de
zarpar...
Torvo cementerio de las naves que al morir,
sueñan sin embargo
que hacia el mar han de partir...
¡Niebla del Riachuelo!..
Amarrado
al recuerdo
yo sigo esperando...
¡Niebla del Riachuelo!...
De ese
amor, para siempre,
me vas alejando...
Nunca más volvió,
nunca más
la vi,
nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí...
esa misma voz que
dijo: "¡Adiós!".
Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus
nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi
canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca,
nunca más, han de levar,
bordas de lanchones sin amarras que soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la
"botella del figón"...
Música: Agustín Magaldi
Letra: Manuel Ferradás Campos
(canción)
No cantes, hermano, no cantes,
que Moscú está cubierto
de nieve
y los lobos aúllan de hambre...
No cantes que Olga no vuelve,
aunque el sol nuevemente ilumine,
aunque siga cayendo la nieve...
Rumbo a Siberia mañana
saldrá la caravana,
¡quién sabe si el sol
querrá iluminar nuestra marcha de horror!
Mientras en Moscú,
mi Olga
tal vez a otro amor se entregó
¡No cantes, hermano,
no cantes, por Dios!
Unidos por crueles cadenas,
por la estepa mil leguas haremos
caminando con rumbo a Siberia...
No cantes, que es ruda la helada;
ya Moscú se ha cubierto de nieve
y la nieve ha llegado a mi alma.
Rumbo a Siberia mañana
saldrá la caravana,
¡quién sabe si el sol
querrá iluminar nuestra marcha de horror!
Mientras en Moscú,
mi Olga
tal vez a otro amor se entregó...
¡No cantes, hermano,
no cantes, por
Dios!
¡Mi Olga!... Olga, Olga... ¡Mi Olga!...
Música: Raúl Fernández Siro
Letra: Homero Manzi
Esta puerta se abrió para tu paso.
Este piano tembló
con tu canción.
Esta mesa, este espejo y estos cuadros
guardan ecos del
eco de tu voz.
Es tan triste vivir entre recuerdos...
Cansa tanto
escuchar ese rumor
de la lluvia sutil que llora el tiempo
sobre aquello
que quiso el corazón.
No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
ninguna con tu piel ni con tu voz.
Tu piel, magnolia que mojó la luna.
Tu voz, murmullo que entibió el amor.
No habrá ninguna igual, todas
murieron
en el momento que dijiste adiós.
Cuando quiero alejarme del
pasado,
es inútil... me dice el corazón.
Ese piano, esa mesa y esos
cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
En un álbum azul están los
versos
que tu ausencia cubrió de soledad.
Es la triste ceniza del
recuerdo
nada más que ceniza, nada más...
Música: Juan Antonio Collazo
Letra: Víctor Soliño / Roberto Fontaina
Niño bien, pretencioso y engrupido,
que tenés berretín
de figurar;
niño bien que llevás dos apellidos
y que usás de escritorio
el Petit Bar;
pelandrún que la vas de distinguido
y siempre hablás de la
estancia de papá,
mientras tu viejo, pa' ganarse el puchero,
todos los
días sale a vender fainá.
Vos te creés que porque hablás de ti,
fumás tabaco inglés
paseás por Sarandí,
y te cortás las patillas a
lo Rodolfo
sos un fifí.
Porque usás la corbata carmín
y allá en el
Chantecler
la vas de bailarín,
y te mandás la biaba de gomina,
te
creés que sos un rana
y sos un pobre gil.
Niño bien, que naciste en
el suburbio
de un bulín alumbrao a querosén,
que tenés pedigrée bastante
turbio
y decís que sos de familia bien,
no manyás que estás mostrando la
hilacha
y al caminar con aire triunfador
se ve bien claro que tenés
mucha clase
para lucirte detrás de un mostrador.